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TANTRA Y YOGA. LA ENERGÍA KUNDALINI
Las enseñanzas del tantra se encuentran recogidas en los Tantras, obras que se focalizan en el
principio psicocósmico femenino o shakti.
Los primeros tantras hindúes se han perdido y sólo se conocen a través de
referencias en obras más tardías. Uno de los tantras más antiguos conservadoses
el Sarva-jnana-uttara-tantra compuesto probablemente en el siglo IX d.C. Esta
obra se considera depositaria de la esencia de muchas escrituras tántricas
anteriores.
Los Tantras originales se presentan en forma de diálogo y se atribuyen a la
divinidad, no a un autor particular. Los textos posteriores se atribuyen a
autores humanos.
Según la tradición hindú existen
64 Tantras, pero el número real de
estas obras es muy superior. Solamente algunos de los textos más importantes de
este género de la literatura hindú han siso traducidos a lenguas europeas. Cabe
destacar:
1. Kula-arnava
2. Mahanirvana
3. Tantra-tattua-tantra
El abanico de temas es variable: la creación y la historia del mundo,
de los nombres y funciones de diversas deidades masculinas y femeninas y de
otros seres superiores, de los tipos de culto ritual (especialmente de diosas),
de la magia, la hechicería y la adivinación, de la fisiología esotérica, del
despertar del misterioso poder serpentino (Kundalini-shakti), de las técnicas
de purificación corporal y mental, de la naturaleza de la iluminación y de la
sexualidad sagrada.
La palabra tantra deriva de la raíz tan
que significa “extender”, “tensar”. Se
interpreta generalmente como “aquello por lo cual el conocimiento/comprensión
que se extiende, se difunde”. Un segundo significado es “libro” o “texto”. Así
un Tantra puede definirse como un texto que amplía la comprensión hasta el
punto donde surge la sabiduría genuina. Todos los maestros tántricos coinciden
en que la liberación solo es posible a través del amanecer de la sabiduría
(vidya).
La gran fórmula tántrica es el “samsara
es el nirvana”. En otras palabras, el mundo condicionado o fenoménico es
coesencial con el Ser-Conciencia-Dicha trascendente. En consecuencia, la
iluminación no requiere abandonar el mundo o destruir los propios impulsos
naturales. La clave del tantra es la
integración de la existencia corporal con la Realidad espiritual.
El tantrismo es profundamente
práctico. Es una práctica
espiritual, una sadhana. Por eso el yoga es fundamental en el tantra. El Yoga es una parte del tantra más
relacionada con entrenar y preparar el cuerpo mente para obtener niveles
profundos de consciencia. Las prácticas yóguicas: asanas, pranayama, kundalini
yoga, mantra, etc. son esencialmente tántricas.
El tantra fue un movimiento popular y muchos de sus protagonistas procedían
de las castas más bajas de la pirámide social de la India : pescadores,
tejedores, cazadores, etc. Respondían a la necesidad generalizada de una
orientación más práctica, que integrara los altos ideales metafísicos del no
dualismo con los hábitos terrenales, para poder vivir una vida santa sin tener
que abandonar las propias creencias en las deidades locales y los rituales
ancestrales dedicados a ellas.
Conservando la orientación no dualista esencial del tantrismo, los maestros
de este movimiento introdujeron todo un abanico de medios hasta entonces
excluido del repertorio espiritual de la metafísica hindú oficial,
especialmente el culto a la Diosa y la sexualidad
ritual. Los tantrikas, o practicantes del tantra, rechazaban la actitud
purista de la ortodoxia hinduista y budista e intentaban emprender la búsqueda
espiritual desde la realidad corporal. La introducción de la sexualidad fue lo
que causó más oposición. Los practicantes tántricos fueron acusados de
recrearse en el hedonismo en nombre de
la espiritualidad. En algunos casos las acusaciones de libertinaje estaban fundamentadas,
pero esos casos eran la excepción. En La India el tantra no se tiene en mucha estima.
Sir John Woodroffe (Arthur Avalon), un juez británico del Tribunal
Supremo de Calcuta estudió los Tantras con eruditos bengalíes. A principios del
siglo XX se atrevió a desafiar la actitud hostil contra el tantra y, con sus
numerosos estudios pioneros, allanó el camino a la comprensión y apreciación de
este movimiento.
El tantra sigue siendo muy tergiversado y los neotántricos
occidentales a menudo lo confunden con
el arte erótico hindú (kama-shastra). Sus prácticas sexuales son sólo un
aspecto del tantra-yoga.
Hay maestros tántricos que todavía hoy nos ponen a prueba. Aún tendemos a
pensar que la sexualidad y la
espiritualidad son incompatibles por lo que nos pueden resultar sorprendente
conocer a gurús sexualmente activos.
El Culto a la Diosa
El elemento unificador de todas las escuelas de tantra es el principio
femenino llamado shakti (“poder”) en
el hinduismo y representado en forma de diosas como Kali, Durga, Parvati, Sita,
Radha, etc.
A menudo al principio femenino se le llama devi, la Diosa. La
Diosa es la madre del universo, la esposa del Dios (Shiva, Vishnu, Bhrama,
Krishna o Mahadeva (“Gran Dios”).
Devi no es solo la creadora y sustentadora, cuya belleza está más allá de
la imaginación. También representa la fuerza terrible que anonada el universo,
cuando llega el momento designado. En el cuerpo-mente humano, Devi se
individualiza en el “poder enroscado” (Kundalini-shakti), cuyo despertar es el
fundamento mismo del tantra yoga.
En el tantra hindú, Shiva representa
la Condición
primordial en su aspecto no condicionado, como pura Conciencia o luz. Shakti
simboliza esa misma Realidad en su movimiento dinámico. Shakti es la Fuerza de la Vida por excelencia, la
fuerza motriz que se halla detrás de todo cambio o evolución. Constituye la Energía universal de la Conciencia. La creación
es simplemente el efecto del predominio del polo femenino o Shakti, mientras
que la trascendencia se asocio con el predominio del polo masculino o Shiva.
La escuela tantrica antirritualista
Los yoguis de las escuelas del Sahajayana budista (el vehículo de la
espontaneidad) toman la doctrina de la identidad entre el mundo condicionado y la Realidad suprema de la
forma más literal posible. No prescriben ni un camino ni una meta porque desde
el punto de vista de la espontaneidad nunca estamos verdaderamente separados de
la Realidad. Cuando
respiramos es la Divinidad
la que respira en nosotros. Cuando pensamos es la divinidad la que piensa en
nosotros. Cuando amamos y odiamos, es la Divinidad la que ama y odia en nosotros. Sin
embargo, siempre buscamos la
Realidad superior y esta búsqueda no hace más que reforzar
nuestra ilusión de estar separados del resto de la Realidad. Por eso los maestros
de la tradición Sahaja rehusaron proponer algún método de liberación. Como dice
Lohipada(maestro del siglo IX) en
una de sus canciones:
“De qué sirven todas las técnicas de meditación? Pese a ellas morirás,
serás feliz o desgraciado. Abandona, pues, las complicadas prácticas de control
yoguíco (bandha) y la falsa esperanza de adquirir poderes sobrenaturales, y
acepta el vacío como tu propia naturaleza”
Sarahapada (maestro budista del sigloVIII dC) en su canción
regia:
“No hay nada que negar, nada que afirmar o comprender; porque jamás puede
concebirse. Por las fragmentaciones del intelecto son atrapados los ignorantes;
la espontaneidad es siempre indivisible y pura”.
Todas las escuelas esotéricas de pensamiento comparten la premisa
fundamental de que el mundo que percibimos a través de nuestros sentidos
ordinarios es sólo una minúscula parte de una realidad mucho más amplia y que
existen muchos más niveles sutiles de existencia. Los distintos niveles de la
existencia que el esoterismo tradicional
propone puede comprenderse como distintos aspectos del mismo cosmos vibrando a
distintas frecuencias. De este modo se considera que la psique y la mente, que
existen en el plano sutil, vibran mucho más rápido que los objetos materiales
del plano “tosco” espacio-temporal.
Patanjali también habla de una dimensión interior del
universo: los objetos que vemos tienen una profundidad invisible. Esta se
revela a los yoguis a través de su esfuerzo constante por interiorizar la
conciencia.
El cuerpo sutil. El modelo de la jerarquía interior de las 5 “envolturas” (kosha), doctrina contenida en la Taittiriya-Upanishad
es aceptado por las escuelas del Vedanta
y otras tradiciones no dualistas como el tantra. La anatomía y fisiología del
cuerpo sutil fue objeto de estudio e investigación en las tradiciones del hatha
yoga y del tantra en general.
Las estructuras básicas del cuerpo sutil son los chakras y los nadis
(corrientes o conductos). Estos se hallan sujetos a grandes variaciones. Pueden estar más o menos
definidos o más o menos activos. Estas diferencias reflejan el estado
psicoespiritual de una persona.
La fuerza vital (prana)
La forma de energía que constituye los chakras y las corrientes del cuerpo
sutil es desconocida por la ciencia. Los hindúes la llaman prana que significa vida,
fuerza vital. Los chinos la llaman chi,… Es una energía orgánica omnipresente.
Los parasicólogos rusos han introducido la noción de “bioplasma” que se explica
como un campo de energía luminosa que impregna los organismos físicos.
Según las autoridades del yoga, la fuerza vital universal se condensa en el
cuerpo sutil universal, donde se ramifica en cinco flujos energéticos primarios
y cinco secundarios, cada uno con su función específica.
Prana, Apana, Vyana, Samana y Udana. Naga, Kurma, Kri-kara, Deva-datta y
Dhanam-jaya.
No existe unanimidad acerca de las funciones precisas de estas energías
subsidiarias del cuerpo. Las dos formas más importantes son prana y apana, que
subyacen al proceso respiratorio. Su actividad incesante se considera la causa
principal del movimiento de la mente y su detención el objetivo principal del
control de la respiración (pranayama).
Los circuitos del cuerpo sutil
Como la electricidad, la fuerza vital condensada en el cuerpo sutil viaja a
través de canales llamados nadis (conducto).
Los nadis son corrientes energéticas. Los textos del yoga mencionan 72.000 en
total. Algunos hablan hasta de 300.000. Diversas Yoga-upanishads nombran 19 con
sus ubicaciones. Sin embargo sus nombres y posiciones no siempre concuerdan.
Todas las nadis se originan en el “bulbo” (kanda)
estructura cuya forma es parecida al huevo de una gallina y que según algunos
textos se encuentra entre el ano y el pene o clítoris. Otros lo sitúan en la
región del ombligo.
Los tres circuitos principales:
sushumna, ida y pingala
Existen tres conductos principales. El conducto central que discurre a lo
largo de toda la columna vertebral y se conoce como sushumna nadi (“la más propicia”). Recibe también el nombre de brahma nadi, porque es la trayectoria de
la Kundalini
shakti, el despertar del “poder serpentino” que conduce a la liberación en el
Absoluto (brahman). Algunos textos hablan de un canal que se encuentra dentro
de sushumna vajra(“rayo”)-nadi y dentro del cual hay otro más
sutil, citrini(“resplandeciente”)-nadi. Este término transmite la idea de
que, en el interior de este conducto o flujo, el yogui encuentra la luz de la Conciencia (cit).
La izquierda se halla ida(“pálido”)-nadi
y a la derecha pingala(“rojizo”)-nadi. Sus símbolos son la luna fría y el sol
caliente. Estos conductos se enroscan en torno a la sushumna formando una
escalera helicoidal. Se encuentran en cada uno de los sies chakras y finalizan
en el centro situado detrás y entre las cejas. Solamente sushumna se extiende
hasta el centro de la coronilla. El reto
principal del yogui consiste en estabilizar el flujo bioenergético en el
conducto central.
Mientras la fuerza vital oscila entre la ida y la pingala, la atención está
exteriorizada, es decir la conciencia del yogui del yogui está dominada por las
fuerzas “lunar” y “solar”. Forzando la energía vital a discurrir por el canal
axial, el yogui estimula la energía durmiente
de la Kundalini , hasta que
esta ascienda como una erupción volcánica, inundando el cetro de la coronilla y
provocando así el deseado estado de éxtasis beatífico (samadhi).
Cuando el poder de la
Kundalini se libera produce cambios de gran alcance en el ser físico y mental
de la persona. Si se sabe manejar adecuadamente, este poder descomunal puede,
como aseguran los maestros del tantra y del hatha yoga, transformar el cuerpo-
mente en un vehículo “divino”.
“Algunas personas desarrollan
debilidad en los miembros inferiores porque no han entrenado su cuerpo a
través del hatha yoga. A través del hatha yoga debemos crear un equilibrio
entre las dos fuerzas en el cuerpo físico: el pránico y el mental.” Swami
Satyananda.
El conocimiento de las nadis ida y pingala es básico para el hatha yoga. A
nivel físico su actividad rige las respuestas de los sistemas nerviosos
simpático y parasimpático respectivamente. Así regulando la respiración para
conducir la fuerza vital por pingala, los yoguis pueden acelerar su ritmo
cardiaco y su metabolismo y mejorar el
funcionamiento de sus oídos y sus ojos. Por otro lado, regulando la respiración para conducir la
fuerza vital por ida, son capaces de ralentizar enormemente su metabolismo.
Ahora bien, la razón del control de la respiración (pranayama) es otra muy
distinta. Quieren ir más allá del condicionamiento del cuerpo-mente e irrumpir
en el dominio del Ser-Conciencia-Dicha trascendente. Para ello necesitan enfocar
su fuerza vital y canalizarla por el eje de la columna hacia la coronilla,
donde se encuentra el centro esotérico más importante.
Los siete centros psicoenergéticos
(chakras)
Los chakras están distribuidos verticalmente en el centro axial. Son
centros de energía vital, que vibran a distintas frecuencias.
Los elementos simbólicos vinculados a cada chakra sirven a los yoguis para
construir complejas visualizaciones que estabilizan su mente y les permiten
obtener los diversos poderes paranormales (siddhis) y el éxtasis.
El poder serpentino (kundalini-shakti).
El aspecto más importante del cuerpo sutil es la fuerza psicoespiritual que
se conoce como kundalini-shakti. La Kundalini es una
manifestación microcósmica de la
Energía primordial o shakti. Constituye el poder universal
conectado con el cuerpo mente finito.
Según John Woodroffe Shakti es
el Poder o la Capacidad
cósmica. Es Dicha (ananda), Supra-conciencia (cit) y Amor (prema). Algunos la
llaman “Inteligencia Divina”. Shakti es una fuerza consciente e inteligente.
El termino kundalini significa “la
enroscada” y se refiere al hecho de que se visualiza como una serpiente
durmiente, enroscada tres vueltas y media alrededor del falo (linga) que se encuentra en el primer chakra. Esta serpiente
bloquea con su boca el canal central, en el lugar del primer nudo. Este
simbolismo sugiere que la kundalini se halla normalmente en un estado de
inactividad o latencia. El prana se utiliza para estimular y activar la energía
latente de la kundalini.
Mediante el control de la respiración que extrae la energía vital (prana)
de los nadis izquierda y derecha, forzándola a entrar en el canal central, la
princesa durmiente se despierta. A menudo este proceso se explica como un
calentamiento de la kundalini y puede compararse con el desencadenamiento de
una reacción nuclear en la explosión de una bomba convencional.
Gopi Krishna: “De repente, con un estruendo como el de una cascada, sentí una corriente
de luz fluída penetrando en mi cerebro desde la columna vertebral. Recuperé al
instante el autocontrol y permanecí sentado en la misma posición, manteniendo
mi mente en el punto de concentración. La luz se volvía cada vez más brillante,
el estruendo cada vez más ensordecedor, tuve una sensación de tambaleo y
entonces sentí que me deslizaba fuera de mi cuerpo, enteramente envuelto en un
halo luminoso”.
Esta experiencia fue bastante inesperada y descontrolada. Sin embargo, el
objetivo del tantra-yoga y del hatha yoga consiste en inducir este
acontecimiento en condiciones controladas para que el practicante no tenga que
sufrir este tipo de efectos devastadores. Fue Gopi
Krishna, más que nadie, quien democratizó el fenómeno de la kundalini. La dio a
conocer al mundo moderno y promovió su estudio científico. Veía en ella el
motor que se halla detrás de toda nuestra evolución psicoespiritual. Por un
lado sostenía con firmeza que la kundalini es una realidad espiritual y, por
otro, defendía apasionadamente que constituye el mecanismo biológico
responsable, por igual, de la santidad, la genialidad y la locura.
El despertar de la kundalini es la
esencia del tantra. El único objetivo del hatha yoga es despertar a la
diosa oculta e inducirla a unirse y fundirse con el Dios igualmente oculto,
Shiva, que reside en el microcosmos del
cuerpo humano.
Georg Feuerstein
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